viernes, 10 de julio de 2020



Si hay algo que ha quedado en evidencia, a raíz de la pandemia por el COVID19,  es la real visibilización  de las condiciones de precariedad en las que habitan infinidad de vecinos y conciudadanos.
Como insistíamos y decíamos, por diferentes medios, la pandemia conllevó como medida sanitaria [no solo a nivel local, sino en todo el territorio] las cuarentenas sociales de aislamiento preventivo, como forma de circunscribir al menor radio posible, el potencial contagio, expansión y multiplicación del virus a través de personas y sus formas posibles de asociación. Y fue una medida totalmente acertada.
Recalcamos que no es lo mismo [ante las medidas implementadas y prorrogadas desde el 18 de marzo pasado, y que aún se mantiene] acatar y mentalizarse en cuarentena en una vivienda mínimamente digna y confortable, solo o en pareja, o con tus hijos inclusive, rodeado de sustento material y espacio físico, calefacción, calles transitables, comercios de cercanía y situaciones urbanas formales. Pero a contraposición de esto, la casilla de chapa o de madera, de ambiente único para una e inclusive dos familias, donde todo depende de lo eléctrico [si es que existe un suministro o pasa cerca] o de la garrafa y la salamandra, para ir quemando lo que se pueda.  Lejanos transportes de colectivos, aglomerados informales y el Barrio como unidad de confinamiento y cuarentena.
Bueno, sobre esas dos realidades, y sin calificar la integridad y acatamiento de cada uno de esos habitantes, transcurren estos días……….
No es lo mismo estar en cuarentena  en barrios como Playa Grande, Los Troncos, City Bell o La Recoleta, por citar algunos representativos, que en un asentamiento periférico y humilde. No es lo mismo.



Aquí es donde se visibilizó el desequilibrio, la desigualdad y fundamentalmente la vulnerabilidad de un sector importante de la sociedad.
En estos días, desde el Gobierno Nacional, comenzaron a efectuar anuncios relacionados con lo descripto y el tema mencionado, tratando de abordar una histórica deuda social y urbana,  y me pareció inteligente al intentar superar la falsa controversia entre cuarentena y economía. Por el contrario, unir cuarentena [a través de estos rasgos tan desfavorables] con economía [como generador de trabajo en una industria tan dinámica].  ¿Cómo?...........
Los ejes hablan de obras públicas, que llevarían a mejorar las condiciones de habitabilidad en villas y asentamientos precarios, con un Programa [¿similar o equivalente?] al que hace diez años atrás se intentó aplicar como “Urbanización” de esos enclaves, con escasísimo éxito y efectividad [es honesto mencionarlo].
¿Será la oportunidad histórica de intervenir con ejemplos de autogestión, participación e incorporación de esos actores a la ciudad formal?
Como hemos relatado en otras oportunidades, y recordando  participaciones emblemáticas, como la Autogestión Constructiva con participación ciudadana [los usuarios y destinatarios], e interdisciplinaria de la transformación de la Villa 7 en Mataderos (CABA), al Barrio Justo Suarez. Ello sucedió de la mano al frente del “Equipo” del Arq. Osvaldo Cholo Cedrón, y también en base a las experiencias tan contundentes como aleccionadoras del Plan “Favela / Barrio”, conducidas por el Arq. Jorge Jáuregui en barrios sumamente humildes y populosos en Río de Janeiro, Brasil. No digo uno, no digo el otro, sino que me refiero a dos propuestas de trabajo e intervención urbanas, sumamente exitosas, que poseen ejes en común tratando de incorporar esas barriadas a la ciudad, con viviendas dignas, infraestructuras eficientes, accesibilidad y conectividad con el resto de la trama, con equipamientos públicos urbanos, en fin………… pasar de la “Ciudad Informal” a la “Ciudad Formal”.
Dejar de construir casitas en fila o apiladas, por simple suma de individualidades, ni tampoco falsos maquillajes exteriores, que abordan cuestiones estéticas  pero no las contradicciones de fondo. Insistimos, ojalá sea la excusa perfecta para desarrollar y concretar; política, ideología y ciudad, sobre suelo urbano.
Esa es la asignatura pendiente.



Para “Cuidado - Ciudad”, Arq. Norberto Lemmi.                                                                  Créditos fotográficos:
Imagen superior: Lomas de Zamora, Villa Fiorito. Imagen Coop. de Comunicación NosDigital.
Imagen Intermedia: Villa Inflamable, DocK Sud, Avellaneda Imagen Asoc. Civil por la Igualdad y la Justicia.
Imagen inferior: Villa Lamadrid, pegada a Villa Fiorito. Imagen Cooperativa de comunicación, Nos Digital.

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