Cuidado Ciudad

Días pasados la Cámara de Empresarios de Balnearios, Restaurantes y Afines (CEBRA), concesionarios de Mar del Plata en conjunto, elaboraron y pusieron a consideración de las autoridades sanitarias un protocolo de “protección” ante la pandemia de COVID 19, en las instalaciones y dependencias complementarias. Todo ello tendiente a garantizar la apertura de usos en el frente costero, para la próxima temporada veraniega 2020/21, y obviamente seguir asegurándose el rentable negocio de la explotación de los espacios públicos privatizados.Cuantas personas por carpa, y otras tantas por sombrilla, las ocupaciones de vestuarios y duchas [que en lugar de 30, en grupos de 15 o 1 cada 2m2.] si las piletas deben estar sectorizadas con separadores, los juegos para niños pero sin niños, en fin, más dudas que certezas e interrogantes mal planteados.
Barbijo sí, pero para algunas actividades, en otras no. ¿Tomar sol con barbijo? ¿Instalarán controles para saber cuántas personas puedan introducirse en el mar simultáneamente? ¿Existirá un distanciamiento entre ellas? ¿Si la ola te revuelca, podrás mantener el barbijo en tu boca o se diseñarán especiales tipo “escafandra” impermeables? Cuantas preguntas. Nos parece que en el momento donde la pandemia mundial, ejerce su efecto más devastador en el país y la ciudad, y con un pronóstico aún más desfavorable según las expresiones de ayer del Director de la Escuela Superior de Medicina de la UNMdP, Dr. Adrián Alasino, aventurarse a intentar forzar la realización y explotación comercial de las playas con sus Balnearios, no solo es una utopía sino que directamente resulta un atentado contra la salud de vecinos y visitantes (si los hubiere).
Dejemos las cosas como están, mantengamos la calma y las playas sin el “Mar” de plástico que nos tiene acostumbrados la invasión especulativa de esos intereses.
Playas libres, con mayor naturaleza vigente y con los servicios solo básicos indispensables. Nada más, lo otro que se pretende es porque realmente  la gente no les interesa.
Existe una oportunidad, es el momento de aprovecharla.

Imagen y diseño de la nota, Sr. Tomás Lemmi.
Para “C~C”, Arq. Norberto Lemmi.