martes, 17 de enero de 2017
































Hace pocos días, a través de distintos medios de difusión de la ciudad de Mar del Plata, se dio a conocer un estudio efectuado institucionalmente por organismos de incumbencia en la materia de la Pcia. de Buenos Aires, que textualmente expresa lo siguiente;

“MAR DEL PLATA  ES  LA  CIUDAD  DEL  INTERIOR  BONAERENSE CON MÁS VILLAS”

“Según datos difundidos por el Gobierno de la Pcia. de Bs. As. en las última horas, en Mar del Plata hay 80 villas, lo que la convierte en la ciudad del interior bonaerense con mayor cantidad de asentamientos. 
En todo el territorio bonaerense hay 1585 villas y asentamientos precarios donde viven 419.000 familias, de los cuales más de un cuarto están ubicados en localidades del interior bonaerense.

Así surge de un informe del Registro Público de Villas y Asentamientos elaborado por la Subsecretaría Social de Tierras, Urbanismo y Vivienda, creado a instancias de la Ley de Acceso Justo al Hábitat, sancionada en 2012, que reportó que los barrios se dividen en 854 asentamientos precarios (que se encuentran en vías de regularización), 415 villas miseria y otros 316 sitios consignados como “otros”.
El registro arroja que en el Conurbano bonaerense existen 1.134 villas y asentamientos precarios, mientras que en el interior hay 451, un 28% del total.

En el interior, Mar del Plata encabeza el registro, con 80 barrios precarios; Bahía Blanca totaliza 32; Zárate 22; Pergamino 20; San Nicolás 15; Junín presenta 10; Campana 10; Tandil 7 y Olavarría 3.
En La Plata, la capital bonaerense existen; 129 barrios precarios, mientras que en Ensenada, suman 17, y en Berisso, 18.

En La Matanza, el distrito con cerca de dos millones de habitantes, tiene registradas 115 villas; Almirante Brown, 78; Lomas de Zamora reporta 64; Florencio Varela 66; Quilmes 65; Avellaneda 44; Esteban Echeverría 38; Lanús 31; y Berazategui 17.

En Moreno hay 61; San Miguel y Tigre tienen 50; Merlo y José C. Paz suman 40; Pilar 36; Hurlingham 33; Vicente López 26; San Fernando 21; Escobar 20; San Miguel e Ituzaingó 18; Tres de Febrero 17; San Isidro 16; y Morón apenas 15.”












En lo particular y supongo también desde la comunidad en general, son datos y cifras dolorosas que no desconocemos.  Más aún, hemos venido monitoreando y explicitando en todas las oportunidades que nos es posible sobre la gravedad que dicha situación implica, tanto en lo social y político, como en lo urbano y discriminatorio respecto de los habitantes de una misma ciudad con sectores tan desiguales como perversos.

Parece muy frio, analítico y descarnado, dar a conocer desde lo institucional estos datos sin describir en forma simultanea el “porqué” se llegó a esos índices y porcentuales, como también paralelamente y al menos en forma inmediata, con qué mecanismos y acciones se piensa trabajar en la aplicación estatal, para remediar estas desigualdades tan graves.

El porqué, obedece a muchos años de desidia y marginalización hacia esos vecinos que viven por debajo de índices y condiciones mínimas de dignidad. Como también delinear  los intereses que en forma paralela expulsan a sectores de menores recursos a vivir en periferias carentes de las condiciones mínimas de habitabilidad a las cuales todos deberíamos (en justicia y en la práctica) acceder. Aptitud hidráulica y no inundable de la tierra donde se habite, Calles abiertas, públicas y transitables, accesibilidad a los servicios públicos fundamentales y esenciales; agua potable, energía eléctrica, desagües cloacales y pluviales, Acceso a servicios de transporte público de transporte a menos de 300mts., Equipamiento público; salud, educativo, recolección de residuos, de seguridad, comercial, etc., etc.,etc.        
Por una parte es la tarea que vienen desempeñando persistentemente (desde casi los orígenes del pueblo/ciudad) los desarrolladores inmobiliarios, los especuladores de la tierra y los dueños de los destinos de las mayorías. 

Entrando al nudo mayor del tema, y como decíamos respecto de cómo se abordarían las cuestiones para mitigar el déficit, las noticias no son en absoluto alentadoras. Dos motivos bien claros determinan esta situación, primeramente la actual conducción y autoridades municipales no han ejecutado en el año en curso ni una sola medida tendiente a variar la situación, es más en gran parte desconocen el diagnóstico y en ningún momento formó parte de su plataforma electoral, esgrimen. Su confirmación se evidencia con el vaciamiento de las Áreas de vivienda locales, tanto del componente profesional como de contenidos, por lo cual será imposible llevar adelante una Política de Gestión sin personal capacitado y Líneas de Acción específicas en la materia. El Banco de Tierras está vacío literalmente hablando y las expresiones de deseo son solo eso. Gestión 0.
Una vez más institucionalmente se vuelve a profundizar la brecha urbana “Centro – Periferia”, y los desequilibrios resultantes entre ciudadanos de una misma región cada vez mayores. 
Hábitat Digno en extinción, Ciudad para pocos. A los estudios institucionales nos remitimos, no son invento nuestro.


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