viernes, 30 de mayo de 2014

FICCIÓN Y REALIDAD


Innumerables temas, conceptos y definiciones aparecen casi cotidianamente en el lenguaje ciudadano marplatense.  Algunos  por ciertos casos emblemáticos, otros por impulso de pícaros intereses sectoriales, varios en directa concordancia con el poder económico en instalar espejismos o falsas realidades, en fin todos, todos con el soporte y difusión del  grupo mediático hegemónico dominante. ¿De qué estamos hablando?........      
Esquinas  saludables, la remodelación de la calle Güemes, la canchita de los Bomberos y el Museo MAR,  las Torres de Pelli, el traslado de la Municipalidad, el chalet patrimonial del Sindicato de Camioneros, el dragado del Puerto, la entrañable manzana de los Circos (ex cancha de Ministerio), la interminable máquina demoledora y fagocitadora de nuestra arquitectura emblemática, el estacionamiento vehicular (medido o no),.. y,… y,.. y la lista sigue con otro tanto o más…
Qué casualidad que todos estos enunciados se circunscriban fundamentalmente al área céntrica y al frente costero dominante. Es lo que algunos denominamos las postales de Mar del Plata o la ciudad visibilizada.          
Lo que no aparecen son conceptos y definiciones que respondan coherentemente (aunque sea un poquito) a las reales contradicciones que existen y se manifiestan hoy en la convivencia urbana, en las cuales los temas mencionados serían solo menores.
Si  la readecuación, reformulación o rebautizo (como usted prefiera) del COT pasara a ser la verdad en cuanto a normativas a aplicar, y los Planes Estratégico y su similar Maestro de Transporte y Tránsito las herramientas básicas de; donde, como y con que actuar en todos (o gran parte) de los problemas urbanos, nos quedaríamos un poco más tranquilos, pero no. No serán ante el actual desequilibrio de las cosas y por lo tanto de la gente. 
En la medida  que no se admita que existe, en tensión directa, otra parte de la ciudad, la invisibilizada, la periférica y generalmente la más humilde, seguiremos sin tener un real diagnóstico y mucho menos probables iniciativas de reversión.


No se trata de un problema de iluminados, de sabios pensadores importados o de magistrales especialistas…. Comenzaría con firme convicción ideológica, prosigue con decisión política y se instrumenta con  normativas claras que superen y se ubiquen muy por encima de los intereses sectoriales dominantes. Si incubamos la idea de una ciudad participativa, con mayor inclusión y para la mayoría de sus habitantes, seguramente iniciemos el camino de una ciudad posible y con el mayor grado de equilibrio que la sustente, tanto urbana como en su matriz medioambiental.
                                                                       

Al ingresar en la web en algunos portales o sitios de opinión y discusión que abordan la cuestión urbana, en su mayoría europeos (con sus más y  menos crisis) , detectamos terminologías y temas en valor como; ciudad sensible, gentrificación residencial, laboratorios y regeneraciones urbanas, pensar la ciudad colectivamente, Estado y Mercado, etc., y observamos que los umbrales o rangos de reflexión e intervención intelectual se encuentran en otros escalones a los que abordamos cotidianamente hoy, por estos lares.  Al margen de los europeos, es notable el común denominador en gran parte de Latinoamérica, en la carencia de políticas (Públicas y Privadas) que permitan  encarar la brecha Centro / Periferia, y en consecuencia compatibilizar criterios de inclusión, convivencia y no discriminación.
 

Se plantean nuevos desafíos en la toma de partido respecto del crecimiento, desarrollo y sustentabilidad de las pequeñas localidades, pueblos quizás o aquellas poblaciones con mayor peso poblacional y hasta ciudades con impacto no solo zonal, sino también regional. No los desperdiciemos, profundizando las realidades y desenmascarando las ficciones.



Gracias Caloi.
Lic. Marco Paredes 

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